sábado, 23 de junio de 2007

La delgada línea entre la Sinfonía y el Mamarracho

Ahora sí que me tiro a la crítica. Desde niño fui fanático de Papelucho... sin embargo; soy mucho más fanático de Star Wars. Los pongo en antecedentes porque se notará mucho.

Han notado que l el subtítulo
Y EL MARCIANO está escrito con la famosa fuente de STAR WARS?????


Bueno; la verdad, es que, a ratos, la voz de Star Wars es más fuerte que la de la obra original de Marcela Paz. No sólo el subtítulo, sino también unos posters en la pieza de Papelucho y los velotransportes -hasta aquí, normal, nada escapa de Star Wars a estas alturas de la vida-. Lo que sí es inmensamente desproporcionado es aquella escena cuando Papelucho llega por p`rimera vez a Marte. Marcela Paz lo describe como una inmensa máquina donde todos los marcianos tenían un lugar y una tarea que repetían perpetuamente. Sin embargo, lo que yo vi nunca fue una máquina -de hecho había marcianos paseando ociosos- ¡¡Eso era Coruscant!! Incluso la escena de la persecución no podía ser más parecida a la de Obi Wan y Anakin sobre Zam Wezell.

No me detendré más aquí, porque los aburriré con ñoñerías.

Alguien ha visto el capítulo de Los Simposn dónde Homero entra a un mundo 3D??
No es lo mismo que Papelucho saliendo al espacio?? ¬¬

Dejaré para el final lo peor -auqne seá corto porque no tengo fuentes concretas para esto-. Vi la película porque desde niño he sido fanático de Papelucho, es decir, que lo he leído... pues bien, el "enemigo" de Papelucho en esta aventura es un tal
Urquieta, hombre, sí! Hombre!! Niño Varón!! Cría Macho!! ejemplar en desarrollo de sexo masculino!!
¿Y saben por qué? El colegio de Papelucho era... Para hombres!!!
De dónde sale esta tal
Tita???? Es mujer!! Qué hace en un colegio para hombres??
Volveré al punto -Tita- más adelante.

A mí parecer, la genialidad de Papelucho radica en su maravilloso diálogo. Estas novelititas de Marcela Paz son "autobiográficas" pero profundamente dialógicas. De lo que todos nos enamoramos de
Papelucho es de el dialógo que logra componer Paz entre el dentror
[ xD ] de Papelucho y quienes lo rodean -especialmente sus padres y profesores- que ven las cosas -he aquí la definición profundamente Bakhtiana de la novela dialógica- desde otra perspectiva absolutamente distinta a la del protagonista.

Ahora vamos al pecado de Tita.
Tita es la máxima aberración de la película
Papelucho y el marciano porque elimina el conflicto potentemente dialógico de las obras originales de Papelucho y lo cambia por el típico conflicto de serie de televisión norteamericana infantil donde todo se desarrolla entre un niño y una niña que se pelean porque se gustan... menos mal que en esta película no terminan besándose... pero de todas maneras Tita -que se inventa para la película- termina salvando a Papelucho en una tormenta -que se inventa para la película-, en una agonía de Det -que se inventa para la película- en una escena que se inventa para la película, para dar una enseñanza hollywoodense de los sueños no pueden hacerse realidad mágicamente. -o, la paz mundial es imposible porque no la queremos- o qué se yo.
Si cambia la peripecia, cambia el mito!!!


Por todo esto afirmo que
Papelucho y el marciano -the movie- ha traspasado salvajemente esa delgada línea entre la sinfonía y el mamarracho. Eso que convierte al vino en vinagre.

Sólo queda esperar que esta aberración que se hizo con su obra no perturbe el descanso eterno de una de las más geniales escritoras de nuestro país, la gran Marcela Paz.
Recordemos el genial
Papelucho y el marciano -escrito, 1968- y olvidemos este "Papelucho viendo star wars"

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no he visto papelucho, la película, ni nunca he visto una star wars completa (es que ese "yo soy tu padre", me patea), pero sí leí en el colegio los libros de Marcela Paz. Y ahora que tú lo dices, y lo pienso, efectiavemente los Papeluchos son muy polifónicos, tanto por su estructura interna como por sus posibilidades de lectura.
Hace un tiempo agarré uno, y vi que habían palabras como milico, motel, chorizo, maquiavélico, etc... Y con expresiones del tipo "¡me carga la experiencia!". No es que me pareza mal que estén (para nada), sino que me sorprendió verlas en un libro que es vendido como "literatura infantil". Quizás son las pruebas de su propia polifonía.

LaCajaDePandora dijo...

Marcus:

Vi la mega foto de Papelucho y el Marciano y me pregunté qué tenía que ver "el estreno más choriflay del año" con Bajtín. La verdad es que no he visto la peli, ni me interesa mucho que digamos. Es que nunca rayé con los libros cuando chica. Y para qué hablar de S.W... noo.. soy reacia a ese mundo. Lo siento. Pero le acabo de encontrar sentido a todo. Es bastante cierto eso de la polifonía que hay en los libros de la Marcela, y eso es lo que los hace interesantes. No basta con leer sólo uno. Y lo admito, igual cuando chica me leí varios, y quizás eso es lo que atrae a los niños ahora, lo MUY polifónico que puede ser Papelucho.

Lindo texto. Saludos.
Nicole.

LaCajaDePandora dijo...
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En.Somnia dijo...

Particularmente no me agrada mucho Star Wars, ni tampoco la versión animada de Papelucho porque se llevan ese encanto que tienen las cosas desconocidas. Me entristece la necesidad del mundo de tener que observar aquello que puede ser imaginado, y con ello quitarle la polifonía dulcemente culpable a las cosas misteriosas.
Es más; recuerdo que los Papelucho que leí en mi infancia nunca tuvieron imágenes en la tapa ni entrehojas, y eso me hizo inventar una visión tan particular del universo que se veía en aquél libro.

Queda claro que no veré Star Wars, porque quiero seguir imaginando un universo "libre"; y tampoco veré Papelucho, por la misma razón.

Saludos.
Erwin.-

1000 Espejos dijo...

Para qué te voy a mentir... Yo no ví Papelucho y el Marciano, por una simple razón:
Por la misma razón por la que no fui a ver Narnia, por la misma razón por que no fui a ver a Deep Purple el año pasado, por la misma razón que no quiero ir a ver a Charles Aznavour, por la misma razón que no tomaría de esa Duff Beer que se está fabricando en México.

Porque la reescritura a veces mata.

Porque la polifonía no siempre consciente de la sociedad algunas veces hace daño.

Star Wars marcó una época, una generación. Star Wars ha influído mucho en la vida de todos nosotros, incluso en aquellos herejes que no han visto aquellas películas.

Por ESO no quiero ver Papelucho y el Marciano.


Saludos, padawan...


Felipe Zerené.

DasCarnaval dijo...

Papelucho es lo más surrealista que hay, dijo un autor cierta vez. Y en cierto modo tiene razón. De que sea literatura infantil, tal vez lo sea. No estoy en plaza de categorizar las novelas de M. Paz. Hallá los teóricos, es su labor. Pero lo que sí me gustaría decir es que no necesariamente la reescritura mata el original, pues depende de quien lo lleve a cabo. O como dijo M. de Unamuno, puede uno ver cosas que su autor original no vio en su misma obra. Y dice "de ahí que mi quijote sea distinto al de Cervantes". Si lo relacionamos con lo que dice Borges, del libro de arena, cobra bastante sentido.

Eso.